A PROPÓSITO DEL NUEVO AÑO
No todos los horóscopos están basados en el dibujo de las formas de las estrellas y de las constelaciones, -dijo el abuelo- cuando casi daban las doce; algunos, fueron creados en base a las cualidades y virtudes de flores, árboles y animales...
Los animales siempre han sido considerados para todos los pueblos, como símbolos de las virtudes y defectos que ellos poseen o que el hombre asume, que ellos poseen.
Entonces nos invitó a escuchar una última historia:
Cuenta la leyenda que Sidharta Gautama Buda "el iluminado", cuando sintió que debía abandonar el mundo para morar en el espacio infinito, quiso dejar un último contacto entre el hombre y su esencial naturaleza
Entonces pensó que el fluir del tiempo podría representarse en ciclos de años simbolizados por alguno de los animales a los que él tanto amaba...Mas, habiéndolos convocado a todos los animales del bosque con su pensamiento, al cabo de unas horas, no vio sino arribar a doce...
Primero llegó la rata: animal rápido, sensato, sutil y lógico, quien viajó hasta el iluminado sin dejar distraerse, llegando primera
Luego llegó el búfalo, tan fuerte y capaz de desear algo poderosamente hasta obtenerlo y con paso sostenido llegó a la cita...
El tigre, hermoso y regio con su pelaje rayado y el gesto gatuno, concluyó asuntos serios, e inició su pasitrote hacia el maestro, confundiendo su pelaje con las ramas del bosque
La liebre: criatura sabia y virtuosa, pero a la que le gustaba perder el tiempo y juguetear aquí y allá sobre el pelaje tierno de la hierba, pudo eludir a la multitud y correr, hasta arribar en cuarto lugar
El quinto fue el dragón, de escamas multicolores y de buena suerte, quien marchó altivo, arrojando llamas para impresionar a sus adversarios
Luego llegó la serpiente: sabia, misteriosa y seductora...
Después, el caballo, con la crin en alto, agitado y trémulo de inquietud…
Tras él, la oveja, débil y perdida en medio de aquella inesperada asamblea.
El mono hizo algunas bromas y acrobacias, antes de llegar más pronto que el gallo, con su penacho de colores, pleno de orgullo
A continuación el perro: siempre solidario y leal, mas un tanto sombrío, preguntándose siempre por la vida y por la muerte...
Por último el cerdo, quien por adorar a su familia, le costó mucho trabajo resignarse a dejar a su hembra y a sus cerditos...
Doce llegaron donde el iluminado, los otros quedaron agotados en el camino o simplemente, nunca emprendieron el sendero...
Entonces Buda agradeció a los animales por haber acudido a su cita y estableció para la posteridad, un animal símbolo que regiría en el calendario, señalando que cada ser que naciera en aquel año, tendría las cualidades de cada cual.
Por eso
Ai, posee la inteligencia de la rata
Papá, la fuerza del búfalo
Diego, el coraje del tigre
Magui, la ligereza de la liebre
Mamá, el ímpetu del dragón
¿Y tío Alejo? -dijo Ai
la pasión del caballo -respondió el abuelo
¿Y a su abuela, que ya no está con nosotros?
-la ternura de la oveja
¿Y a su tía Augusta? - la imaginación del mono
Y a gandhy el orgullo del gallo, -dijo Diego- con aires de astrólogo chino...
No, la fidelidad del perro, -dije yo-
Y a ti abuelito - preguntamos todos -
El afecto del cerdo, -dijo él- haciendo como que se arreglaba sus húmedos anteojos...
No, la sabiduría de la serpiente
-dijo mamá.
*Fragmentos del libro del mismo nombre
de Diego Velasco Andrade,
K-Oz juvenil 2005
martes, 1 de enero de 2008
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