domingo, 10 de febrero de 2008

Bienestaristas o abolicionistas, ¿Cuál es la manera de abordar la liberación?


El tema ético de la liberación animal, es un tema recientemente abordado, a pesar de que la opresión y la explotación a los animales se ha dado mucho tiempo atrás. Hay quienes como David Niebert, sostienen que la explotación tal cual surge con el aparecimiento del modo de producción capitalista, y liga al tema junto con la problemática del resto de seres oprimidos y luchas que actualmente se producen dentro del modo de producción en que vivimos.
Utilizando al materialismo histórico como método, establece su teoría de la opresión donde explica que los aparatos ideológicos y por lo tanto la ideología, excluyen a lo diferente al no considerarlos como parte del sistema, lo que finalmente justificaría la explotación de otros seres, y de entre ellos, los animales los más afectados, puesto que al no emplear un lenguaje similar al nuestro, adolecen de la posibilidad de expresar su malestar
Es evidente, que el modo actual de producción, estuvo y está sostenido en la opresión y explotación de distintos seres, y que la vida diaria dentro de todas sus variaciones expresa esta opresión controlada a través de los aparatos ideológicos y de la cultura, pero entonces ¿cuáles son los principios que se deben abordar para acercarnos a la liberación animal?

De entre las diversas corrientes para tratar este tema, existen dos de las que nacen distintas posturas, los primeros son los Bienestaristas que ignorando la relación entre economía, política, sociedad y explotación animal, suponen cambios progresivos, renunciando cambios en la estructura social y en la cultura, es decir sus proyectos se dirigen a la mejor administración de la explotación animal y a cambios moderados a través de la vinculación con los segmentos que administran la explotación, es ejemplar el caso de PETA, considerada por muchos como un movimiento radical, que presionó a multinacionales alimenticias como KFC y Mc Donald’s, para que insistan a sus proveedores en aumentar de 48 a 67 pulgadas el tamaño de las jaulas de pollos en las granjas industriales. Esto por supuesto no significó un gran avance en la liberación animal.

Están también en el otro lado, quienes a través de la prédica del veganismo absoluto, es decir, la abstención de alimentarse de animales, de utilizar sus pieles para vestir, y en definitiva negándose al consumo de productos de origen animal, insisten en cambios de base, que según esta visión se gesta desde la difusión de este modo de vida.

¿Cuál posición es la más acertada para abordar la liberación animal?

A pesar de no a ver leído toda la literatura alrededor de este tema, considero que ambas posiciones, repito hasta donde he leído, carecen de una mentalidad ecológica, es decir no hacen hincapié en las relaciones directas e indirectas que acontecerían al aplicar sus políticas, por ejemplos los abolicionistas tienen muchos problemas al tratar temas locales, ¿cómo se alimentarían las tribus nómadas, como los pigmeos, si se insitiera en una dieta vegetariana universal?
También los bienestaristas y con más errores que los abolicionistas aplican sus ideas, por su puesto siendo ellos los voceros oficiales de esta problemática afectan muchas veces a este movimiento que se encuentra emergiendo al sugerir un consumo medido de los productos animales, desconociendo por supuesto que en el mundo occidental los consumos son desmedidos.
Al igual que muchos teóricos que ha abordado el tema de la exclusión me inclino por una interpretación marxista de la explotación animal, por eso considero al texto de Niebert un pilar fundamental en la creación de una teoría de la liberación animal, coherente y funcional.
Definitivamente, al ser este un tema novedoso, hacen falta estudios y propuestas globales, es necesario generar un pensamiento unificador que considere sin dogmatismo o soluciones meramente fácticas la problemática de los animales en el mundo actual.
La relación entre el ser humano y la naturaleza debe ser repensada y de esta premisa debe resurgir un innovador movimiento animalistas, una visión exacta de los límites humanos y su relación con los animales no humanos.
Yo por mi parte ejerzo un veganismo estricto, pero considero que no es suficiente para transformar al mundo.

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